Elegir presencia en medio del ruido
- Ama Peraza

- hace 3 días
- 3 Min. de lectura

Hay un momento del año —y de la vida— donde todo afuera hace ruido, y esta época me trae mucho esto. Los compromisos, las metas que no cumplimos, el cansancio acumulado, los pendientes que se mezclan con la culpa, las comparaciones silenciosas, las expectativas de otros… y la sensación de que deberíamos estar haciendo más, siendo más, resolviendo más.
Lo sé porque también lo vivo.
Durante años intenté “llegar” a diciembre siendo la versión más productiva, más ordenada, más impecable de mí. Intenté cerrar todo, responder todo, sostener todo, complacer a todos… y terminaba desconectándome de lo único que realmente quería: estar presente en mi vida.
Porque la verdad es esta:
La presencia no aparece sola; se elige. La claridad no llega por casualidad; se construye. La calma no es ausencia de caos; es un espacio interior.
Y ese espacio interior lo aprendí a crear incluso en los días donde mi energía no me acompaña, donde mi mente va más rápido que mi cuerpo, o donde el mundo parece querer jalarme hacia mil direcciones.
Hoy quiero contarte cómo volví a mí en medio del ruido, y cómo tú también puedes hacerlo.
Cuando descubrí que el ruido no se apaga… pero se ordena
Hubo un día —uno en particular— donde me sentí completamente drenada. Estaba trabajando en mis empresas, siendo mamá, sosteniendo una transición personal, tomando decisiones fuertes, moviéndome entre países y responsabilidades.
Desde afuera se podía ver liderazgo, movimiento, proyectos. Desde adentro, sentía una presión inmensa: — “Ama, tienes que terminar todo.”— “Ama, debes poder con esto.”— “Ama, no puedes soltar ahora.”
Pero algo pasó: Mi cuerpo empezó a hablar. Mi energía se volvió más honesta que mis pensamientos. Y ese día entendí la frase que transformó mi vida: Elegir presencia es elegirte.
No es bajar el ritmo porque “no puedes más”, es bajar el ritmo porque mereces sentir tu vida más que sobrevivirla.

La presencia no es un destino: es una elección diaria
La presencia es un músculo. Se entrena en medio del ruido, no en su ausencia.
Y comienza con una pregunta simple: “¿Dónde estoy ahora mismo?”
No dónde debería estar. No dónde otros esperan que estés. No dónde crees que ya deberías haber llegado.
Sino:
¿Dónde estoy emocionalmente?
¿Dónde está mi cuerpo?
¿En qué estoy pensando realmente?
¿Qué necesito hoy?
Cuando vuelves a esta pregunta, vuelves a ti.
Y cuando vuelves a ti, la vida vuelve contigo.

Mi método personal
No es complicado. No necesita tiempo, solo necesita intención.
Te dejo mi propio método, el que uso en días caóticos: Lo llamo Vuelve a ti en 5 pasos
1) Pausa tu mente por 30 segundos
Pon una mano en el pecho y otra en el abdomen. Respira profundo. Tres veces.
Siente tu cuerpo. Siente tu peso. Siente tu respiración. La presencia empieza en el cuerpo, no en la agenda.
2) Hazte esta pregunta: “¿Qué estoy necesitando ahora?”
No lo que deberías necesitar. Lo que realmente está pasando dentro de ti.
A veces necesitas un descanso. A veces un abrazo. A veces un límite. A veces llorar. A veces silencio. A veces avanzar un paso. Respóndete con honestidad.
3) Elige tus 3 cosas importantes del día
Este método me sostiene cada día.
Las 3 cosas NO son:
❌ todo lo que tienes pendiente❌ lo urgente de otros❌ lo que “deberías hacer”
Son:
✔️ lo que te sostiene✔️ lo que te acerca a tu vida real✔️ lo que te mantiene presente
Puede ser:
Llamar a alguien importante
Terminar una sola tarea de trabajo
Darte un momento de autocuidado
Con eso, ya ganaste el día.
4) Haz un solo acto de presencia
Uno.
Apaga el celular durante el desayuno. Camina 10 minutos sin audífonos. Agradece 3 cosas reales. Mira a tus hijos a los ojos. Respira antes de responder.
Pequeños hábitos crean grandes vidas.
5) Cierra el día preguntándote: ¿Qué fue suficiente hoy?
La presencia no se mide por productividad. Se mide por verdad interna.
Tal vez no terminaste todo. Pero estuviste más atenta. Más consciente. Más tú.
Y eso ya es un milagro cotidiano.

Cómo se siente vivir presente (aunque la vida siga siendo intensa)
Te escuchas más
Dejas de correr mentalmente
Respondes con claridad
Tomas mejores decisiones
Te conectas más con tus hijos
Tu creatividad se desbloquea
Tu energía deja de drenarse
Empiezas a disfrutar tu vida real
La presencia no hace desaparecer el ruido.
Pero te hace más grande que él.
Una última verdad que quiero regalarte hoy
No tienes que esperar a tener la vida resuelta para estar presente.
La presencia es lo que te ayuda a resolverla. La presencia es lo que te ayuda a sostener tus sueños. La presencia es lo que te permite liderar tu familia, tus empresas, tu corazón.
Elegir presencia es elegir vida.
Y tú mereces vivir la tuya —completa, consciente, abundante y en paz.





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