top of page

El arte de transformarte sin romperte: empieza por lo mínimo

ree

¿Cuántas veces te has dicho: “esto no debería costarme tanto”?

Desde que te cambien algo que tenías planeado. dejar de hacer algo que te hace daño, cambiar un hábito… Parece pequeño, casi insignificante, pero ¡cuánto pesa! Y no es porque no sepas qué hacer. Es porque, aunque sea un cambio “pequeño”, toca estructuras grandes dentro de ti.


¿Por qué nos resistimos a lo pequeño?

Porque lo pequeño es lo que sostiene todo. Cambiar tu hora de dormir no es solo mover el reloj: es enfrentarte a tu necesidad de control, a tus pensamientos acelerados, a tu forma de escapar del día. Decidir apagar el celular 30 minutos antes de acostarte es declarar que mereces descanso, que tu paz importa, que no todo es urgente. Y eso, amiga/o, da miedo.

La mente ama lo conocido, incluso si eso conocido no te hace bien. Por eso, la resistencia al cambio no es flojera ni falta de voluntad, es miedo. Miedo a perder control, a no saber quién eres sin ese “piloto automático” que tanto conoces.


¿Qué pasa si no cambias?

Te quedas en bucles. En días iguales. En cansancio acumulado que no se va ni con vacaciones. Empiezas a vivir desde la reacción, no desde la creación. Tu productividad se vuelve supervivencia. No avanza, solo repite. Tu vida se achica.

Y lo más doloroso: te desconectas de ti.


ree

¿Qué pasa cuando te abres a cambiar (aunque sea solo un poquito)?

Algo se mueve dentro. Recuperas el timón. Te das cuenta de que no todo tiene que ser una revolución. A veces, lo que cambia tu vida no es una gran decisión, es una pequeña acción sostenida con amor.


💡 Una mañana sin celular al despertar.

💡 Un sí a lo que antes evitabas.

💡 Un no a lo que ya no va contigo.

💡 Un vaso de agua antes del café.

💡 Cinco minutos de silencio antes de responder.

Parece poco. Pero es mucho. Porque cada pequeño cambio te dice a ti mismo: “mi vida me importa”.


ree

Cómo empezar a abrirte al cambio sin colapsar

  1. Obsérvate con honestidad y sin juicio


    ¿Qué estás repitiendo solo por costumbre? ¿Qué ya no te sirve?

  2. Elige solo una cosa


    Un microcambio que puedas sostener esta semana. No más.

  3. Hazlo fácil


    Pon recordatorios, deja todo listo la noche anterior, quita obstáculos.

  4. Celebra cada intento, no solo los logros


    El cambio se instala cuando lo acompañas, no cuando te castigas.

  5. Pide ayuda si lo necesitas


    No todo lo tienes que hacer sola/o. A veces, solo necesitas otra mirada, otra energía, otro impulso.


¿Y esto qué tiene que ver con productividad?

Todo.

Porque la productividad real no es hacer más cosas en menos tiempo. Es hacer lo que de verdad importa con energía, claridad y sentido. Y eso solo es posible cuando te permites cambiar lo que ya no está alineado contigo.

👉 Abrirte a los pequeños cambios es abrirte a una nueva versión de ti. No perfecta. No sobrecargada. Sino más presente. Más auténtica. Más libre.


📌 ¿Y tú?

¿Qué cambio pequeño puedes hacer hoy que tu "yo del futuro" te va a agradecer?

Déjamelo en los comentarios Y si necesitas acompañamiento, te leo en @amaperazaoficial.

 
 
 
Escribir un diario

Es el momento que estabas esperando para iniciar 

Compra en línea

Descarga el ebook que te ayudará a mantener esa planificación que vas a crear

bottom of page